EPM no quiere más víctimas por la manipulación indebida de la energía eléctrica
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Los niños son los más lastimados con este tipo de prácticas
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En la mayoría de los casos, los afectados sufren algún tipo de amputación de sus miembros
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La campaña cuenta con el apoyo de la Sala de Quemados del Hospital San Vicente Fundación
La manipulación indebida de la infraestructura eléctrica puede resultar mortal.
Cientos de vidas se afectan o se pierden cada año por el contacto fortuito con cables de alta tensión, o por el manejo irresponsable de elementos eléctricos sin contar con la correcta protección.
Para sensibilizar sobre el uso seguro de la infraestructura de energía eléctrica y preservar la integridad física de nuestros usuarios, EPM continua con la campaña masiva para informar a todos los antioqueños que la energía por sí misma no es peligrosa, pero sí es peligroso manipular cuerdas, cables, medidores, transformadores o redes de energía que entrañan un riesgo latente si no se está preparado para ello. Sólo los expertos pueden hacer conexiones y reparaciones eléctricas sin poner en peligro su vida y la de quienes lo rodean.
Las estadísticas en Colombia son contundentes. Fruto de la manipulación indebida de la infraestructura eléctrica, en nuestro país se queman más los usuarios de bajos ingresos, y más los hombres que las mujeres, con amputaciones entre el 47 y el 71 por ciento de los casos. Pero lo más lamentable es que los grandes damnificados son los niños, que no miden las consecuencias de sus actos ni los gravísimos daños que puede ocasionarles el contacto indebido con los elementos eléctricos.
Casos reales
La motivación de esta campaña tiene como gran aliado al Hospital San Vicente Fundación con su Sala de Quemados. Entre el 10 y el 15 por ciento de sus pacientes ingresan con quemaduras por electricidad, lesiones que los obligan a permanecer internados hasta tres meses.
Son testimonios dramáticos, tomados de 47 historias clínicas de personas que ingresaron a ese centro asistencial con quemaduras por electricidad, producto de contactos con cables de alta tensión, accesos a postes o torres de energía, manipulación de cables en su sitio de trabajo y manejo de cables de bajo voltaje con electrodomésticos, entre otros motivos.
La mayoría de accidentes con los niños se presentan por tocar cables descubiertos, morder alambres de electrodomésticos o por jugar cerca a postes, redes o árboles cerca de las redes eléctricas. En los adultos, las quemaduras de bajo voltaje corresponden a accidentes con cortocircuitos por la inadecuada manipulación de cables domésticos o por instalaciones fraudulentas.
Todas estas prácticas irregulares causaron en los pacientes la amputación de piernas, brazos y dedos; injertos por quemaduras profundas en todo el cuerpo; daño en los nervios de la mano con pérdida de movilidad; quemaduras en la boca y en la cara; trauma craneal que provocó dificultades de lenguaje y de aprendizaje; lesión medular, con afectación de la sensibilidad y del movimiento de la cintura hacia abajo; pérdida de la capacidad auditiva o de la visión, y en varios casos la muerte.
En el marco de la campaña, EPM recomienda a sus usuarios tener presentes las siguientes precauciones:
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Evitar el arreglo de electrodomésticos, conexiones, breques, redes u otro tipo de elementos eléctricos, que pueden traer consecuencias nefastas para quien se atreve a realizarlas.
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Tomar las medidas de protección necesarias cuando se trabaje cerca de conexiones o redes de energía eléctrica.
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Por ningún motivo intervenir las redes de manera ilegal.
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Evitar que los niños jueguen cerca de redes e instalaciones de energía.