Crowdsourcing es un término, que al igual que innovación, metodologías ágiles, Big Data, Blockchain y analítica
avanzada, entre otros, dará mucho de qué hablar en los próximos años; ya que hace parte de las tendencias
mundiales en cuanto a modelos de colaboración se trata, y más aún, cuando se explota todo su potencial gracias a
las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y la transformación digital de las empresas.
En EPM se ha determinado que la innovación es una de las palancas de crecimiento más importantes para la
sostenibilidad de la empresa. Por ello, desde el Centro de Excelencia Técnica (CET) y el equipo del Subprograma
Trébol se promueven iniciativas que permitan estar a la vanguardia de lo que pasa en el mundo y en los mercados
en los que Organización participa, como mecanismo para reinventarse y crear nuevas ventajas competitivas que
permitan mantener el liderazgo. Desde allí, se planteó un Reto de Interoperabilidad para medición avanzada
haciendo uso de una metodología de crowdsourcing con coopetencia.
Un reto que pone a conversar distintas alternativas
Cuando hablamos de interoperabilidad, nos referimos a la capacidad que tienen dos o más sistemas y/o componentes
para comunicarse con otros sistemas/componentes, entenderse entre sí y ser intercambiables.
La red WiFi que usamos para conectamos diariamente sin importar la marca de celular que tengamos, o el router que
permite interconectar distintos computadores y dispositivos electrónicos, independiente de sus características y
marca; son ejemplos que nos ayudan a ilustrar en qué consiste la interoperabilidad, que se ha convertido en una
necesidad mundial aplicable a distintos sectores industriales.
La interoperabilidad permite reducir costos de implementación tecnológica, implica menores costos de integración
de aplicaciones/equipos, garantiza pluralidad de proveedores, facilita el despliegue ágil de soluciones y nuevos
servicios, entre otros aspectos.
De acuerdo con Luis Humberto Berrío, Profesional Gestión de Proyectos e Ingeniería de EPM, Unidad Estudios y
Asimilación Tecnológica, “nuestro desafío de innovar nos ha llevado a buscar soluciones de arquitecturas
interoperables, que respondan al reto de tener desde el Negocio de Energía, una Infraestructura de Medición
Avanzada (AMI, por sus siglas en inglés) acorde a las necesidades del país y de los nuevos servicios”.
En la búsqueda de esta solución interoperable, EPM invitó desde marzo de este año a más de 30 proveedores
especializados en Comunicaciones, Medidores y Software, que organizados en más de 15 equipos de trabajo y
conformados de forma natural por ellos mismos, trabajaron bajo la metodología planteada de crowdsourcing con
coopetencia, la cual se define como una práctica de colaboración abierta, con la particularidad de que empresas
consideradas competencia dentro de un mismo mercado, logran encontrar sinergias, identificar oportunidades y
trabajar conjuntamente para encontrar soluciones a distintos retos.
“Realmente fue un ejercicio muy interesante y ganador en el que evidenciamos las ventajas de la coopetencia,
donde proveedores que ofrecen al mercado un portafolio común, trabajaron colaborativamente para encontrar una
solución universal, innovadora y, lo más importante, interoperable”, señaló Luis Humberto Berrío.
Una solución universal, con una mirada mundial
Actualmente, en el sector energético se encuentran muchas soluciones relacionadas con la Infraestructura de
Medición Avanzada (AMI); sin embargo, ninguna de ellas cumple con la condición de ser interoperable. Por ello, y
con el propósito de tener una visión más global, además de empresas colombianas, en este reto también
participaron compañías de China, España, EEUU, Canadá, y Brasil, entre otros países.
Teniendo en cuenta que a nivel regulatorio, el despliegue de soluciones de AMI será una condición que se exigirá
e implementará masivamente a mediano y largo plazo; este ejercicio es de gran valor para los proveedores
participantes, ya que además de poner en evidencia sus capacidades para proponer una solución interoperable, les
da la oportunidad de contribuir en la definición de las especificaciones técnicas requeridas por las utilities
(empresa de servicios públicos) y prepararse para las futuras soluciones.
La prueba de fuego: Validar la interoperabilidad
La próxima etapa del proceso consiste en analizar los resultados obtenidos del ejercicio realizado con los
proveedores participantes, para identificar las mejores especificaciones de la arquitectura y tener una
Infraestructura de Medición Avanzada (AMI) adecuada para el sector energético colombiano. Una vez definida y
dependiendo de su verificación conceptual como una o varias arquitecturas realmente interoperables, se decidirá
si se realiza alguna Prueba de Concepto (PoC, por sus siglas en inglés) y/o un piloto, entre otras posibilidades
que incluyen retomar también la profundización teórica-práctica.
“Este proceso nos ha ratificado que cuando trabajamos en equipo y sumamos esfuerzos, todos ganamos, porque
encontramos soluciones más focalizadas. Sin duda, este primer paso nos habilitará para considerar nuevas
alternativas de búsqueda de soluciones dentro de lo que se denominan Redes Inteligentes (Smart Grid), que nos
permitirán obtener eficiencias operativas, e incluso ofrecer nuevos servicios. De hecho, la metodología diseñada
de crowdsourcing con coopetencia podrá implementarse para las necesidades que se tengan en otros proyectos y
negocios de la organización”, concluyó Luis Humberto Berrío.